Un médico del servicio de emergencias sanitarias 061 fue víctima este miércoles de una agresión física mientras se disponía a atender una emergencia en un domicilio de Algeciras. El sindicato CSIF ha calificado el ataque como una “salvaje agresión” totalmente injustificable, ya que se produjo incluso antes de que el facultativo pudiera iniciar la intervención para la que había sido requerida la ambulancia.
Los hechos ocurrieron a las 15:37 horas, apenas siete minutos después de que el servicio recibiera el aviso por una posible parada cardiorrespiratoria. Al llegar al lugar, y antes de descender del vehículo, el médico fue abordado violentamente por un hombre que salió del portal increpando al personal sanitario. Según relata CSIF, el agresor propinó un golpe con la mano abierta en el rostro del médico, rompiéndole las gafas y causándole una herida que requirió puntos de sutura.
El equipo sanitario tuvo que forcejear con el agresor y abandonar el lugar por motivos de seguridad, mientras este continuaba golpeando el vehículo. Lamentablemente, los solicitantes del servicio no mostraron interés alguno en recibir asistencia médica.
Alberto Puyana, responsable de Sanidad de CSIF Cádiz, denunció que este tipo de situaciones violentas contra el personal sanitario se repiten con demasiada frecuencia, sin que existan medidas eficaces por parte del Servicio Andaluz de Salud (SAS) para prevenirlas o sancionarlas adecuadamente. “Sigue saliendo barato descargar la frustración agrediendo a los profesionales de la sanidad”, subrayan desde el sindicato.
CSIF ha reclamado la implementación de protocolos de cooperación más efectivos con las fuerzas de seguridad, especialmente en aquellos avisos que puedan suponer un riesgo potencial para los trabajadores sanitarios.
Además, el sindicato ha mostrado su indignación por las recientes declaraciones de la consejera de Salud, Rocío Hernández, quien pidió a los profesionales “más empatía” ante la vulnerabilidad de los pacientes. Puyana calificó de “deleznables” esas palabras, al considerar que suponen una forma de justificar la violencia contra quienes se dedican a cuidar de la ciudadanía.
