La cárcel de Botafuegos, en Algeciras, ha registrado una nueva agresión a un funcionario de prisiones, en este caso a un jefe de servicios, tan solo una semana después de que se denunciara un ataque similar por parte de un preso considerado inadaptado, peligroso y multirreincidente.
El sindicato ACAIP ha vuelto a alertar de una situación que considera insostenible, al tratarse de internos que no solo son incapaces de cumplir unas normas mínimas de convivencia en libertad, sino que tampoco respetan las reglas básicas dentro del propio centro penitenciario, ni a los funcionarios ni al resto de reclusos.
Las agresiones en las cárceles españolas se han convertido, según el colectivo, en un problema creciente que ha derivado en una auténtica crisis de seguridad para los trabajadores penitenciarios, que afrontan su labor diaria en un contexto cada vez más complejo.
De acuerdo con los datos aportados, se produce una agresión cada 14 horas en el ámbito penitenciario, una cifra que sitúa a estos empleados públicos como el colectivo con mayor número de ataques durante el ejercicio de su trabajo.
Detalles de la agresión en el módulo residencial
Los hechos ocurrieron durante la tarde, cuando un interno se acercó a la ventanilla del módulo residencial portando una cuchilla de afeitar y un objeto punzante elaborado con cubiertos de la comida, amenazando a los funcionarios con la frase: “que va a matar a alguien, que le da igual todo”.
Tras retirarle los objetos y solicitarle que se tranquilizara, el preso adoptó una actitud violenta, colocándose en posición de defensa y lanzando puñetazos y patadas contra el personal penitenciario.
La agresión culminó con un puñetazo al jefe de servicios, causándole un corte en el interior del labio y provocando la rotura del cristal de sus gafas, según ha detallado la sección sindical de ACAIP en Algeciras.
Perfil del interno agresor
El interno implicado tiene 45 años y entró por primera vez en prisión en el año 2001. Desde entonces ha ingresado en centros penitenciarios en dos ocasiones más, siendo la última en la prisión de Botafuegos el pasado mes de agosto.
Cumple una pena de ocho meses de prisión por violencia física y, en apenas cuatro meses de estancia en el centro, acumula varios partes disciplinarios por amenazas a otros internos y por la agresión a otro preso.
Denuncia de ACAIP y falta de medidas
Desde ACAIP se vuelve a señalar directamente a la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, con sede en Madrid, encabezada por Ángel Luis Ortiz, a quien acusan de ignorar de forma sistemática las agresiones que sufren los funcionarios de prisiones.
El sindicato denuncia la falta de personal, la escasa formación, el hacinamiento, la mala clasificación interior de los presos, la insuficiente atención psiquiátrica y la ausencia de protocolos eficaces frente a las agresiones como factores clave del problema.
Asimismo, critican que no se hayan endurecido las medidas disciplinarias y penales contra los agresores, pese al aumento constante de incidentes violentos en los centros penitenciarios.
Reivindicaciones sindicales
ACAIP ha reiterado que continuará reclamando la negociación de un nuevo protocolo específico de actuación frente a las agresiones (PEAFA), al considerar que el actual resulta ineficaz e inservible para proteger a los trabajadores.
Entre sus principales demandas figura también el reconocimiento de agente de la autoridad para todos los funcionarios de prisiones, con el objetivo de garantizar que puedan desempeñar su labor en condiciones de seguridad y con respaldo legal suficiente.






