Jueves Santo

 

Amanece diferente, el cielo se ilumina con tonos morados y abre una nueva jornada en la que conmemoramos el Amor entregado de Cristo, Jesús Nazareno: hoy es Jueves Santo.

Hoy en la adoración silenciosa del Señor en el Monumento le agradeceremos su divina e infinita presencia en nuestras vidas, que el encuentro con ÉL nos ayude a limar las perezas y poder serviles a nuestros hermanos de Fe, como ÉL nos enseñó: «lo que hagáis con estos mis humildes hermanos, a mi me lo hacéis» (Mt 25,40)

El Señor, Jesús Nazareno, anticipó su entrega quedándose en la Santa Eucaristía. En el día de hoy ÉL instituye este Sagrado Sacramento, el que la Santa Iglesia no ha cesado de celebrar desde hace dos mil veinticuatro años, por toda la orbe de la tierra.

Aparejado a la Santa Eucaristía se instituye el sacerdocio, sine qua non, podríamos celebrar y participar de este Sagrado Sacramento. Hoy, una vez más, es momento para elevar nuestras peticiones a Cristo, Jesús Nazareno, para que no nos falten nunca sacerdotes que puedan celebrar este central Sacramento para poder encontrarnos con un Jesús Nazareno, vivo, glorioso y resucitado.

Con la Eucaristía, Él, nos deja el mandamiento nuevo: «Amaos los unos a los otros como yo os he amado. En esto conocerán que sois mis discípulos» (Jn 13,34-35).

Para alcanzar y disfrutar del Amor Fraterno, Cristo, Jesús Nazareno, se nos muestra lavando los pies a los Apóstoles. Nosotros debemos bajamos de la cabalgadura de nuestros propios egos, como el buen samaritano, para recoger y ayudar a nuestros hermano que sufren la desidia de la Fe.

Cristo, Jesús Nazareno, hubo de bajarse, humillación y despojamiento, que le condujeron hasta la muerte de la cruz. Este debe de ser nuestro camino como Discípulos del Señor, porque si el Amor no duele es falso e hipócrita. Como, ÉL, debemos enriquecer a los demás con nuestra humildad, apartar nuestros egos de superioridad que solo nos dejan de compartir lo que nos sobra.

Hagamos extendible y contagiemos su Amor Fraterno a todos los días del año, revistiendo nuestro corazón morado de nazareno, prendiendo con nuestra luz interior a nuestros hermanos y soportando en silencio el peso de nuestra propia cruz nazarena.

Hermanos: Feliz Jueves Santo, Día del Amor Fraterno.

GLORIA NAZARENORUM

 

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