El Papa Francisco declaró la disposición de la Iglesia Católica a aceptar una fecha fija para la Pascua, buscando la unidad entre las diferentes confesiones cristianas.
Esta propuesta surge en el contexto de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, coincidiendo con una inusual unificación de fechas en los calendarios gregoriano y juliano este año.
La Iglesia Católica ha mostrado previamente su apertura a cambiar el cálculo tradicional de la fecha pascual para facilitar un acuerdo, recordando iniciativas similares desde el pontificado de Pablo VI.
El Papa considera este aniversario del Concilio de Nicea un momento oportuno para avanzar hacia la reconciliación.






